Fort Lauderdale, Flórida, 10 de Abril de 2011
Ano XIX
Lição Nº 15
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SOLO, PERO BIEN ACOMPAÑADO
Rev.
Eliseo Rodriguez
Estados Unidos |
Cubano, Pastor da Igreja Monte Sião, em Miami, Florida. |
Era el momento cumbre del Señor. Se acercaba al cumplimiento del propósito para el cual el vino a la tierra, el de dar su vida en rescate nosotros. De pronto, le advierte a sus discípulos:
“He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo… ”. Sus propios seguidores más cercanos no soportarían la tormenta que vendría sobre su Maestro y Señor, y dejarían solo a su propio Salvador.
La primera sensación que se siente cuando uno está solo, especialmente en las condiciones que lo iba a estar el Señor Jesús, es tristeza profunda. No tener momentáneamente un amigo con quien conversar, no tener una mano que se extienda a expresar compañerismo irrestricto, no tener una palabra de aliento en el momento que más se necesita, eso es fruto consecuente con la soledad humana.
Hay otras reacciones emocionales que uno siente como la de la incertidumbre sobre el final de esta prueba de soledad. Pero, la gran noticia es esta: Aunque estemos físicamente solos por un tiempo determinado por el mismo Dios, no estamos solos en verdad, porque el Padre Dios está con nosotros. Así lo dijo el Señor tras anunciar el abandono de aquellos 12 discípulos:
“mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo”. El juego de palabras llama la atención: Primero,
me dejareis solo. Luego,
no estoy solo.
La enseñanza preciosa es que para los hijos de Dios, no existe la verdadera soledad. Lo podemos afirmar porque si ante las etapas reguladas por Dios, en que nadie humano nos está acompañando, el Señor está con nosotros, eso anula totalmente el sentido de soledad.
Cuando el Señor está con nosotros a través de la fe, uno no muere de tristeza aunque falte alguien humano que nos de aliento. El espíritu nuestro percibe la presencia de Dios, y esa percepción de que Dios está, satisface a tal modo, que la ausencia de otros, no se hace demasiado gravosa. Elías estaba solo en la cueva de Horeb, cuando Dios le vino a visitar, manifestado en fuego, temblor de tierra, viento recio y el silbo apacible y delicado. El estaba pasando el susto de su vida, cuando la propia reina lo quería decapitar, y había huido. No había allí, esposa ni hijos mencionados alentándolo en su crisis. Pero estando solo, Dios le visitó para comisionarlo a hacer cosas que faltaban por realizarse ante su inminente traslado al cielo (1
R. 19:9-18). Cuando Juan, el apóstol del amor, estaba solo, deportado en la isla de Patmos, pasando momentáneamente la prueba de no tener a nadie cerca de él para alentarlo, el mismo Cristo se le apareció en persona en forma gloriosa. Allí le dio siete cartas para cada una de las siete iglesias del Asia Menor contemporáneas a él, y le llevó en el espíritu al cielo para ver lo que ha de acontecer en los tiempos del fin.
La soledad mala es la de aquellos que no conocen al gran compañero de los seres humanos, al Señor Jesús. Pero para los que sí le conocemos a él, aunque pueda faltarnos por un tiempo la compañía cercana de familia y de amigos, si tenemos al Señor, no estamos solos. A nosotros El nos dice: “Yo estoy con vosotros todos los días, y hasta el fin del mundo” (Mt. 28:20).
Es en esos momentos especiales cuando solamente tenemos la compañía de él, que nuestra alma vive la experiencia maravillosa de oír Su voz, de sentir orientación en aspectos en que estamos desorientados, de apreciar el calmante de su paz, cuando nos sentimos en la más oscura preocupación.
En el laberinto de la aparente soledad, Dios nos ha dejado una ventana de revelaciones y de bendiciones abiertas, que solamente la experimentan aquellos que son conscientes de la presencia de Dios, en cualquier circunstancia por las que tengan que atravesar.
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NOMES E SÍMBOLOS DO ESPÍRITO SANTO
Sokoloko Bangu Cabral
Estados Unidos |
Angolana, Departamento de Mídia, cooperadora, professora da Escola Bíblica Dominical |
Nome é uma palavra que designa uma pessoa, identifica sua personalidade. Os nomes na Bíblia desempenham um papel importantíssimo. Exemplo de alguns nomes Bíblicos e seus significados:
Moisés - tirado das águas;
Isaque – sorriso;
Jesus – salvador;
Betel – casa de Deus; e
Emanuel – Deus conosco. O Espírito Santo é a terceira pessoa da trindade. Ele é Deus. Nas Escrituras Sagradas Ele é conhecido não apenas por Espírito Santo. Existem outros
nomes que identificam suas funções; ainda que
o seu principal ministério é proveniente do grego
parakletos que significa Consolador. Seus outros nomes registrados na Bíblia Sagrada são: Espírito de Deus (Gn 1.2), Espírito de Cristo (Rm 8.9), Espírito de Verdade (Jo 14.17), Espírito da Graça (2 Co 12.9), Espírito de Vida (Rm 8.2), Espírito da Promessa (Ef 1.13), Espírito Purificador (Is 4.4), e Espírito de Santidade (Rm 1.4). Mostrando assim que Ele testifica da verdade, santifica o crente, dá vida espiritual e ressuscitou a Jesus de Nazaré. Assim como os
símbolos representam algo ou alguém que não está presente, o Espírito Santo não só é conhecido pelos seus nomes mas também pelos seus símbolos que revelam a sua natureza, que são: água, que flui na vida do salvo (Jo 7.38); fogo que refina o caráter do crente; oleo que alegra (Sl 23.5); vento que assoprou no dia de Pentecoste (At 2.2); azeite que dá autoridade; selo - marca do salvo; penhor - garantia de propriedade; e o mais conhecido é o símbolo da pomba que esteve presente no batismo de Jesus. E como a pomba que Noé mandou no tempo do dilúvio várias vezes e na última vez não voltou; assim será simbologicamente quando o Espírito Santo que esteve em outras dispensações, e hoje está com a Igreja na terra, um dia a escoltará, encerrando assim a dispenção da Graça.
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NOMES E SÍMBOLOS DO ESPÍRITO SANTO
Vania DaSilva
Estados Unidos |
Brasileira, Missionária, Professora do SWM e Secretária Executiva da BPC |
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Texto de Memorização |
“E, sendo Jesus batizado, saiu logo da água, e eis que se lhe abriram os céus, e viu o Espírito de Deus descendo como pomba e vindo sobre ele."
(Mateus 3.16). |
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1. SEUS NOMES REVELAM SEU CARÁTER |
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Espírito de Verdade: Jo 14.17; 15.26; 16.13; 1 Jo 5.6 |
Espírito de Graça: Hb 10.29; Zc 12.10; 2 Co 12.9 |
Espírito de Vida: Rm 8.2; Ez 37.9,10; Jo 6.40 |
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2. SEUS SÍMBOLOS IDENTIFICAM SUAS OBRAS |
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Como água – regeneração: Jo 3.5; 7.37-39; Ez 47.5,8 |
Como fogo – purificação: Is 6.5-7; Sl 97.3; Zc 2.5; Ml 3.1-3 |
Como azeite – unção: Lc 4.18; At 10.38; 1 Jo 2.27 |
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João 1.29-33
Romanos 8.9-11,14,15(ARC)
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João 1.29 - No dia seguinte Joäo viu a Jesus, que vinha para ele, e disse: Eis o Cordeiro de Deus, que tira o pecado do mundo.
30 Este é aquele do qual eu disse: Após mim vem um homem que é antes de mim, porque foi primeiro do que eu.
31 E eu näo o conhecia; mas, para que ele fosse manifestado a Israel, vim eu, por isso, batizando com água.
32 E Joäo testificou, dizendo: Eu vi o Espírito descer do céu como pomba, e repousar sobre ele.
33 E eu näo o conhecia, mas o que me mandou a batizar com água, esse me disse: Sobre aquele que vires descer o Espírito, e sobre ele repousar, esse é o que batiza com o Espírito Santo.
Rm 8.9 - Vós, porém, näo estais na carne, mas no Espírito, se é que o Espírito de Deus habita em vós. Mas, se alguém näo tem o Espírito de Cristo, esse tal näo é dele.
10 E, se Cristo está em vós, o corpo, na verdade, está morto por causa do pecado, mas o espírito vive por causa da justiça.
11 E, se o Espírito daquele que dentre os mortos ressuscitou a Jesus habita em vós, aquele que dentre os mortos ressuscitou a Cristo também vivificará os vossos corpos mortais, pelo seu Espírito que em vós habita.
14 Porque todos os que säo guiados pelo Espírito de Deus, esses säo filhos de Deus.
15 Porque näo recebestes o espírito de escravidäo, para outra vez estardes em temor, mas recebestes o Espírito de adoçäo de filhos, pelo qual clamamos: Aba, Pai.
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